Este año está previsto que alcancemos las temperaturas más altas registradas en los últimos años y si unimos este hecho al de que también existirán los mayores niveles de polen, obtenemos un verano el cuál puede ser difícil de llevar sin ayuda del aire acondicionado.
Sabemos la precaria situación económica que vivimos en los tiempos actuales pero también hemos de valorar aquellos empleados que trabajando en oficinas y con aparatos que a su vez generan calor no tienen la inestimable ayuda de un aire acondicionado. O los empleados que trabajan en las máquinas en la calle que, no solo deben soportar el sol, sino el ruido y la cantidad de polvo que se genera en su labor diaria.
Desde este sindicato pedimos, que en la medida de lo posible, se tome en cuenta esta dificultad añadida que afecta al rendimiento del trabajador en su cometido y a la situación física personal que crea malestar en el trabajo
